![]() |
||
Como nosotros en casa no tenemos una dependencia con estas características hemos habilitado una de las que tenemos mirando hacia el norte de modo que cubrimos las ventanas con tela mosquitera para evitar la entrada de parásitos o insectos y abrimos o cerramos las persianas en función del tiempo que acompaña. En la fotografía de la derecha podeís haceros una idea del invento. De momento parece que la chacina se nos va curando muy bien en este sitio, así que no sea el no disponer de un lugar adecuado lo que os eche para atrás de hacer una matanza para el invierno que viene. - Tiempo de maduración. La duda que se habrá suscitado en este apartado es cuánto debemos esperar para poder comer un trozo de patatera o un cacho de chorizo. Cada embutido requiere su tiempo de curación antes de poder meterles mano. Un clima que nos acompañe hará que podamos disponer de la matanza mucho antes que uno desfavorable. Os voy a dar una idea aproximada: |
||
![]() - Chofes: hay que esperar casi un mes antes de poder comerlos y duran otro par de meses antes de estropearse, aunque ahora con la ayuda del congelador los podemos comer casi todo el año. - Patateras: tras las morcillas de quico son las siguientes en poderse comer, fritas a los 8 o 10 días de haberse embutido y en crudo aproximadamente al mes. Solían durar hasta el mes de mayo o junio pero congeladas podremos disfrutar de ellas todo el año. - Calabaceras: una vez agotadas las patateras se pasaba a comer las calabaceras sobre el mes de mayo o junio. Duraban hasta que se terminaba con ellas, normalmente el otoño, aunque también se pueden congelar. - Chorizos: a los 15 días de haberlos hecho los podemos comer fritos, pero curados no se pueden comer hasta pasados un mes y medio o dos. Duran hasta que se terminan pero se pueden congelar. Una forma tradicional de conservarlos es metiéndolos en una tinaja o un tarro con aceite en el fondo como ya os he explicado en el apartado anterior. - Chorizos de costilla: listos para ser comidos aproximadamente un mes después de haberlos hecho, pero se esperaba a terminar con los chofes primero para empezar con estos a continuación. Duran unos tres o cuatro meses antes de enranciarse y también se pueden congelar. - Chorizos de lomo: tradicionalmente estos no se comían hasta tiempo de cosecha en verano cuando los hombres tenían que faenar en las eras y se los llevaban para comer, momento en el que ya estaban suficientemente curados. Duran hasta que se terminan, que no es mucho tiempo por lo exquisitos que son. También se pueden congelar pasados unos tres meses de curación. - Bútago de tocino: tradicionalmente no se abrían hasta junio o julio en tiempo de cosecha y se comían en el desayuno en forma de "migajas fritas" para meter energía en el cuerpo para las faenas que acompañarían el día. Si lo deseáis también lo podéis meter en el congelador, aunque ya veis que se conserva bien fuera de él durante mucho tiempo. - Bútago de lomo: también para el tiempo de cosecha estaría listo para consumirse, aunque como ya os he comentado la forma tradicional de tratar el lomo es haciendo su chorizo. - Jamones: clásicamente se empezaban en el verano durante el tiempo de cosecha dado que requerían menos tiempo de curación que los de ahora debido a que el cerdo era ibérico puro y por tanto de menor tamaño. En casa hay veces que empezamos los jamones en verano pero para mi gusto están todavía un poco blandos. No os importe esperar al menos un año a meterles mano. - Hojas de tocino, pancetas, barbadas, barriguillas y careta: desde el momento mismo que se levantan de su cama están listas para ser consumidas. Hay gente que congela el tocino para poder disponer de él durante el resto del año y evitar que coja su característico sabor rancio al pasar los meses. |
||