Tras cantada la Primera Misa, Guzmán Manzano, en el centro con el hábito de fraile con los padrinos de la ceremonia Joaquín y Salud Manzano a su lado, se dirigen para el convite al Salón de tío Laurentino. Como era de esperar en este tipo de acontecimientos la mitad del pueblo está presente para dar fe del acto pues eran celebraciones de tal trascendencia que la mayoría de familiares y amigos del clérigo acudían al evento como si de una boda se tratase. Bajan desde la Plaza y la fotografía está tomada frente al antiguo Salón con no poco calor ese 23 de agosto de 1958. Fijáos en las caras. Seguro que conocéis a más de uno. Fotografía de la familia Manzano.