Entrañable fotografía de la boda de Rubén y Marciana, los dos interesados de negro en primer plano. Como podéis ver, antes no todas las novias iban de blanco (mi madre se casó de luto también). Bucólica fotografía donde podemos ver a la abuela de Abel Hernández, Cipriana, detrás de Rubén, y medio pueblo atendiendo al fotógrafo con la cara de circunstancias que requiere la ocasión. Fotografía de finales de los 50 a buen seguro. Fijaos en la calle del fondo que tiene pinta de ser la que sube a la Iglesia Vieja. |