l Pozo de Plasencia se encuentra a unos diez minutos del pueblo en el Camino de Plasencia, calleja que antaño se utilizó para ir a la ciudad vecina a lomos de caballería los más y a pie los menos. Se trata de un pozo ancho y profundo que tiene un brocal formado por dos partes: la primera hecha de obra, que se encuentra abovedada, y la segunda constituida por dos piezas curvadas de granito, unidas y parcialmente enterradas en el suelo. El conjunto tiene algo más de dos metros de diámetro.

l agua que da es de buena calidad y se ha utilizado principalmente para boca, aunque con ella se han abrebado también ganados y caballerías. Es muy abundante y no se seca en verano, por lo que, cuando los pozos de la parte alta del pueblo se secaban durante el estío, la gente acudía a éste (y al de la Dehesa). Cuando se construyó el Embalse de Valdeobispo y posteriormente la red de canales que riegan las tierras bajas del pueblo, el pozo quedó entre tierras de regadío, por lo que ahora su caudal es mucho mayor y más constante que antaño. A pesar de todo su agua se utiliza poco.

uenta mi madre que el huerto cuya pared y portillo de entrada se ven a la derecha de la fotografía perteneció a mi bisabuelo Dionisio (el padre de tío Valeriano el Pequeño) y tenían dentro de la finca un pozo con una noria a la cual ataban un burro para sacar el agua y regar una huerta que tenían en el secano.

n 2008 se limpiaron un poco los alrededores del pozo y se colocaron unos bancos para descanso de viandantes así como una mesa de madera para los que quieran durante el buen tiempo hacer un picnic. Es un pozo precioso que merece la pena visitar.