Tinaja de aceitunas: Una vez cosechadas las aceitunas hacia el mes de octubre (todavía verdes), se introducían en esta tinaja con agua. Posteriormente en enero se sacaban de la tinaja y se lavaban varias veces, desechando las que estuvieran abiertas o podridas. A continuación se volvían a introducir en la tinaja con agua limpia del día anterior y los aderezos correspondientes (ajo, laurel, tomillo, sal,...) para que se curaran convenientemente. En la tinaja se conservaban prácticamente todo el año y de ella se iban cogiendo las que se consumían en las diferentes comidas del día. Este tipo de tinajas se utilizaron también para otros fines, como la de fermentación de vinos.