Rosas
Ingredientes:

- Una docena de huevos
- Una cucharada sopera de aceite de oliva por cada huevo
- Una cucharada sopera de agua por cada huevo
- Harina de trigo
- Aceite de girasol para freir
- Molde. Para preparar las rosas es necesario disponer de un molde de hierro con la forma de las rosas (hay deferentes modelos), que se pueden comprar en Plasencia, Montehermoso o en cualquier mercado ambulante (como el de Ahigal).
Preparación: Cascamos los huevos y los batimos (claras y yemas juntas) en el recipiente que hemos seleccionado. A continuación se añade el agua y el aceite y removemos la mezcla. Añadimos harina de forma paulatina hasta conseguir una masa líquida bastante espesa, pero sin llegar a que quede sólida. Es el momento de calentar el aceite de girasol en un recipiente profundo (lo ideal es un caldero, pero puede ser también una sartén con la profundidad suficiente como para cubrir el molde de hierro). Cuando el aceite está muy caliente metemos el molde para que se cubra de aceite y se caliente, y una vez conseguido lo sacamos, escurrimos e inmediatamente lo metemos en la mezcla, que se quedará adherida al molde. Nuevamente volvemos a meter el molde en el aceite muy caliente con la pasta cubriéndolo y esperamos a que se fría. Veremos como al irse friendo la pasta se separa del molde, con lo cual volvemos a sacar el molde, lo escurrimos y lo volvemos a introducir en la mezcla, y nuevamente al caldero. Repetiremos esta operación tantas veces como sea necesario para termina. Cada vez que saquemos el molde del aceite tendremos una rosa que retiraremos del fuego cuando haya conseguido su característico color dorado. Se termina la jugada cubriendo las rosas con miel y una vez frías se presentan para comer.
Notas: Ha sido un dulce muy característico de las bodas, pero ahora se hacen en cualquier ocasión, como bautizos, comuniones e incluso para consumo propio. Tienen un sabor muy delicado y característico y aguantan un montón de días hechas. Si no les ponéis miel por encima son algo divino para tomar con café. En Plasencia les llaman Flores. No se por qué, ya que todo el mundo sabe que se llaman rosas.