Espléndida fotografía que nos muestra a Julián Domínguez, padre de tía Eustaquia Domínguez, y del que hablaremos en fotografías posteriores. Peinado perfecto, traje impecable, zapatos inmaculados y una pose propia de un erudito de finales del siglo XIX de cuando nos viene este recuerdo de más de cien años de antigüedad. Fijaos en el despliegue de medios del estudio fotográfico de F. Bixio y Cía de finales de aquel siglo, con el lienzo pintado de fondo, mesita y un libro que ha sido sujetado por tantas manos que parece viejo. Pero hay algo que no nos engaña y es la cara de susto de nuestro vecino Julían que con tan apenas 15 años se está preguntando qué hace allí. Hombre del campo, zapatero y barbero del pueblo serán sus oficios hasta que joven, con los 40 recién cumplidos, se nos marchó dejando huérfanos a tía Eustaquia, Faustino y Marciano, encargándose éstos después del negocio familiar. En el anuario de 1927 todavía podemos ver a Marciano Domínguez como zapatero y barbero de nuestro pueblo, echadle un vistazo. Magnífica instantánea con la que Poli Sánchez y su madre Mari nos invitan a recordar tiempos pasados.