Una prueba de que yo también he tenido infancia lo demuestra esta fotografía que nos vuelve a dejar mi madre en la que aparecemos mi hermana Maripili (la única que tenía por entonces) y un servidor en el famoso día de carnavales del año 73. Yo estaba entonces próximo a los siete años y mi acompañante un par de ellos menos. El coche de detrás creo que es el de Crescencio Domínguez, un SEAT 124, y la fotografía está tomada en la calle que baja a la Plaza. Ese mismo año, en septiembre, nos vinimos a vivir a Zaragoza. Lo que son las cosas. Todavía me acuerdo de esos pantalones que llevo en la foto, de color verde, que estuvieron conmigo algunos años más hasta que se me quedaron irremediablemente "chicos".