Tío Valeriano Paredes (el "Pequeño") y tía Cipriana Pañero (la "Loba"), mis abuelos maternos, fundaron una familia allá en los comienzos de la década de los 20 que fueron llenando con el paso de los años de nuevos vástagos para las filas de los valdeobispeños. El primero en nacer fue Dionisio, trágicamente fallecido en un accidente de trabajo muchos años más tarde durante la construcción de la Presa en los 60. No tardó mucho tiempo en nacer una niña a la que llamaron Juliana pero que vivió muy poco desgraciadamente. Curiosamente fue entonces cuando contrajeron matrimonio mis abuelos, ya con dos hijos formando parte de la unidad familiar. El matrimonio fue bendecido a continuación con otra niña a la que pusieron el nombre de su anterior hermana fallecida que es hoy nuestra tía Juliana, la mayor de las hermanas. Sebita y Enedina vendrían en los años siguientes. Ninguno de los cinco hermanos mayores citados aparecen en esta fotografía de 1943 necesaria para el Libro de Familia. Tras tía Enedina nació Samuel que aparece en la imagen como el más alto de los hermanos con una boina que todavía sigue portando como parte inseparable de su personalidad. Valeriano (Valín) nació al poco, posando al lado de Samuel, también portando su tradicional boina de muchacho. María (fallecida en 2001) fue la siguiente, de pié entre sus padres en la imagen. La última de los hermanos en nacer fue mi madre, Pilar, que mi abuelo sostiene sobre sus rodillas. Me gustaría reseñar un dato curiosos con esta fotografía y es el hecho de que entonces se tenían hijos hasta muy mayor. Fijáos en que siendo mi madre todavía una niña de dos años mis abuelos son realmente mayores. Fotografía que nos ha dejado la más pequeña de la instantánea, Pilar.