Si en la fotografía anterior la veíamos con dos años de edad encima de una silla, en esta la podemos ver ya moceando y posando para la instantanea. No se trata de otra que de mi abuela paterna, María Blanco. Fijaos en la ropa, la peineta y demás aperos, firme exponente de la moda del momento. Es curioso el parecido que tiene en esta imagen mi abuela María con uno de sus nietos, y no hablo de otro que el primo Migue. Ya sabéis que la genética no perdona. Preciosa fotografía que nos ha dejado mi tía Carmina.