La juventud en 1951 tenía pocas cosas modernas con las que divertirse en un pueblo como el nuestro al que todavía no había llegado el Plan Badajoz para dar algo de verdor al entorno. En estas circunstancias el juntarse con los amigos para agarrar una borrachera era una actividad cuando menos cotidiana en los días de fiesta. Y así lo hicieron estos seis am¡gos cuando fueron inmortalizados aquella tarde de invierno en algún bar del Pueblo. Arriba a la izquierda tenemos a Máximo (el "Quicio") con cara de ir ya con el depósito lleno, seguido de Agustín ("Pinche") que parece haber perdido algo dentro de los pantalones, detrás Julián ("Rojete") y cerrando filas Inocencio ("Calabazo") con un traje que ni pìntado para la ocasión. Debajo agachados a la izquierda tenemos a Leo (el de tío Petronilo) preguntándose dónde está y a la derecha a Petronilo (el "Chato") esforzándose por mostrar la cara más rústica de la Extremadura de los 50 para la fotografía que le están haciendo. Una memorable imagen para el recuerdo que nos ha dejado Lucía, la mujer de Julián.